Adicción al trabajo

El trabajo es una actividad creadora y productiva que nos da bienestar, nos influye en la autoestima a través del reconocimiento social y nos legitima ante la sociedad. Pero existe un pequeño porcentaje de las personas trabajadoras que llega a dedicarle excesivas horas y energía a su trabajo de una manera obsesiva y compulsiva. Estas acciones le afectan a su vida familiar, laboral y de ocio, y les repercute de manera progresivamente negativa sobre su salud.

Es complicado poder diferenciar claramente entre una persona dedicada a su trabajo y una persona con una adicción al trabajo. Por un lado, porque es probable que la persona afectada no acepte o reconozca su problema. Por otro lado, la excesiva dedicación al trabajo se considera una cualidad en nuestra sociedad. Y, por último, porque no existe concienciación sobre la adicción al trabajo como un problema de salud mental, ya que ni si quiera está contemplado en ningún manual diagnóstico.

A pesar de la dificultad de diferenciar entre una persona dedicada o adicta, hemos elaborado una lista de síntomas que nos orientan a identificar si sufrimos adicción al trabajo.

CUANDO LA PERSONA ADICTA ES LA DIRECCIÓN

  • No motiva, valora, respeta ni estimula al personal a su cargo.
  • Carece de empatía, calidez, confiabilidad, ecuanimidad y estabilidad.
  • Crea mal ambiente laboral.
  • Establece competencias innecesarias e improductivas entre las personas trabajadoras.
  • Trato ambivalente.
  • No tiene límites para sí misma y exige a los demás en exceso.

SÍNTOMAS

  • Imposibilidad de desconectarse del trabajo.
  • Si realiza alguna actividad extralaboral es de una manera compulsiva.
  • Sensación continua de ansiedad, urgencia e impulsividad.
  • Perfeccionismo.
  • Distanciamiento afectivo y social de los que le rodean.
  • Dificultad en la comunicación.
  • Justificación de su alta implicación en el trabajo.
  • Dificultad para resolver los conflictos laborales.
  • Reacciones de agresividad verbal e ira cuando algo escapa de su control.
  • Máxima dedicación a la empresa.
  • Incapacidad para disfrutar con otro ambiente de la vida.
  • Frecuentes olvidos.
  • Cambios bruscos de carácter.
  • Bajo rendimiento.
  • Disminución de la dedicación a la pareja e hijos/as.
  • Trabaja aun estando enfermo/a.
  • El tema principal de conversación es el trabajo.

CONSECUENCIAS

  • Cansancio extremo.
  • Mala nutrición.
  • Hipertensión.
  • Trastornos vasculares y cardíacos, ataques cardíacos, embolias.
  • Trastornos del sueño, insomnio.
  • Altos niveles de colesterol.
  • Gastritis y úlceras.
  • Pérdida del cabello.
  • Contracturas musculares y dolores óseos.
  • Propensión a infecciones.

¿CÓMO COMBATIRLO?

Como primeros pasos, es muy importante que la persona afectada reconozca su excesiva dependencia del trabajo y acepte la ansiedad que produce dejar la actividad laboral.

Si te ves identificado con la adicción al trabajo es importante que:

  • Comiences a dedicar tiempo a actividades para tu propio desarrollo personal, más allá de la actividad laboral.
  • Organices el trabajo en 8 horas al día.
  • Vigiles que las horas de descanso sean suficientes.
  • Realices actividad física regularmente.
  • Observes las señales de fatiga y estrés.
  • Aprendas a relajarte.
  • Busques ayuda de un profesional de la salud mental.

Referencias e información adicional

  • Garrido Piosa, M. (2014). Adicción al trabajo: características, detección y prevención desde una perspectiva integral/Workaholics: characteristics, identification and prevention from a holistic perspective. Enfermería global, 13 (1), 362-369.