La Junior Lawyers Division ofrece los resultados de su encuesta de resiliencia y bienestar

Tomás Gabriel García Micó

Vicepresidente y secretario del ISMA-MHILP

El pasado sábado 6 de abril, asistí junto con Manel Atserias Luque, presidente del Instituto de Salud Mental de la Abogacía, a la Conferencia Anual que organiza la Junior Lawyers Division de The Law Society, que tuvo lugar en Londres. Para más información al respecto, se puede consultar la noticia publicada ayer en Lawyerpress: “El ISMA asiste a la conferencia anual de la Junior Lawyers Division.

Fue durante esa conferencia en la que, entre muy interesantes ponencias sobre diversas cuestiones vinculadas con la salud mental de las y los solicitors británicos, se presentó la tercera edición del informe compilando los resultados obtenidos en el marco de la encuesta de resiliencia y bienestar (Resilience and wellbeing survey report), cuya autora es Kayleigh Leonie, quien forma parte del Comité Ejecutivo de la Junior Lawyers Division y que nos honró el pasado año al unirse a nuestro Consejo Asesor (foto de portada).

Desde el Instituto de Salud Mental de la Abogacía consideramos fundamental difundir tan titánica tarea de recopilación y análisis de datos sobre la salud mental de las y los solicitors británicos y, más allá de los elogios al trabajo realizado por Kayleigh Leonie, hemos decidido traducir a la lengua castellana el resumen ejecutivo de dicho informe.

Resumen ejecutivo

Entre enero y marzo de 2019, 1.803 miembros de la Junior Lawyers Division de The Law Society of England and Wales (JLD) contestaron a una encuesta online sobre el estrés negativo y los problemas de salud mental.

La proporción de personas encuestadas que declararon sentirse regularmente incapaces de sobrellevar el estrés en el mes anterior a contestar la encuesta se mantiene cerca de una quinta parte del total (19%). La proporción de personas encuestadas que tuvieron esta misma sensación de forma “regular” u “ocasional” ha descendido ligeramente respecto de los datos del año 2017 (55% en 2017, 54% en 2018 y 52% en 2019).

Una proporción más alta de mujeres (21%) que de hombres (13%) han declarado que, de forma “regular”, son incapaces de sobrellevar el estrés. Una proporción más alta de las personas (28,8%) que trabajan en pequeños despachos (1-4 socios) declararon que, de forma regular, no eran capaces de sobrellevar el estrés laboral, comparado con el 16,7% de quienes trabajan en grandes despachos (más de 26 socios). Un poco por encima de la quinta parte (22,9%) de las personas encuestadas que trabajan con clientes vulnerables tienen la misma sensación, en comparación del 17,3% de aquellos quienes no trabajan para este grupo de clientes.

Estrés laboral

Más de la tercera parte (37%) de las personas encuestadas han sentido estrés regularmente (definido aquí como la sensación de hallarse bajo demasiada presión emocional o mental), durante el mes anterior a contestar la encuesta. Unos datos ligeramente superiores al 35% del 2017.

Una cuarta parte de las personas encuestadas en 2019 han declarado haber sentido niveles de estrés laboral “severo” o “extremo”, de forma parecida a los datos de 2017 y 2018. La mitad de las personas encuestadas (51%) declararon haber padecido niveles “moderados” de estrés.

Solo un 3% de las personas encuestadas declararon no haber padecido estrés negativo en el mes anterior.

Como sucedió ya en anteriores encuestas, la alta carga de trabajo (64%) y las exigencias y expectativas del cliente (52%) son las causas de estrés más comúnmente seleccionadas.

Las consecuencias del estrés laboral más seleccionadas en la encuesta de 2019 son los trastornos del sueño (66%) y la afectación negativa en la salud mental (ansiedad, alteraciones emocionales, fatiga, pensamientos depresivos y negativos, autolesiones) (60%).

El ejercicio y la meditación/mindfulness son las estrategias más mencionadas por las personas encuestadas para lidiar con el estrés laboral.

Problemas de salud mental

Cerca de la mitad de las personas encuestadas contestaron que habían sufrido problemas de salud mental (ya sean diagnosticados o no) en el mes anterior a contestar la encuesta de 2019, un incremento sustancial respecto del 38% de 2018.

Una significante proporción de mujeres (50,2%) comparada con la de hombres (41,4%) contestaron haber sufrido problemas de salud mental. Al menos dos terceras partes (64,2%) de las personas encuestadas identificadas como lesbianas, gay, bisexuales y transgénero (LGBT+) contestaron haber sufrido problemas de salud mental, en comparación con el 47% de aquellas que se identifican como heterosexuales.

Cerca de una quinta parte de las personas encuestadas que afirmaban sufrir problemas de salud mental indicaron que su empleador era conocedor. Una mayor proporción de mujeres (21%) que de hombres (14%) contestaron que su empleador era conocedor.

Los trastornos del sueño (74%) y la afectación negativa en la salud física (sentirse físicamente enfermo, dolores en el pecho) (60%) fueron las experiencias más comunes entre quienes sufrían problemas de salud mental. Una mayor proporción de mujeres (63%) que de hombres (50%) afirmaron que los problemas de salud mental tenían un impacto negativo en su salud física (sentirse físicamente enfermo/dolores en el pecho).

Cerca de la mitad (49%) de las personas encuestadas trabajaban para organizaciones que ofrecían ayuda y guía en relación con la salud mental. Cerca de una cuarta parte (26%) de quienes contestaron la encuesta no sabían si su organización ofrece dichos servicios –lo cual sugiere que los actuales planes de sus empleadores deberían ser mejor promocionados.

La mayoría de las personas encuestadas pensaban que sus empleadores podrían hacer más para proporcionar ayuda, guía y apoyo en relación con el estrés laboral (77%) y los problemas de salud mental en el trabajo (78%).

Muchas personas encuestadas, cuando fueron preguntadas acerca de si sus empleadores están o podrían estar ofreciendo apoyo a los empleados que sufren estrés laboral, señalaron la necesidad de los empleadores de afrontar las causas de dicho estrés laboral tratando cuestiones como la carga de trabajo, la distribución del trabajo y en asegurar la presencia de personal cualificado y de apoyo para afrontar la carga de trabajo.

El 38% de las personas encuestadas no sabían de ninguna organización que las pudiera ayudar en materia de estrés o problemas de salud mental en el trabajo.”

Mensaje de agradecimiento

Desde el Instituto de Salud Mental de la Abogacía - Mental Health Institute of Legal Professions (ISMA-MHILP) seguiremos difundiendo los resultados del trabajo realizado por Kayleigh Leonie y la Junior Lawyers Division, a la vez que aprovechamos esta plataforma para volver a agradecer a la presidenta de la Junior Lawyers Division, Amy Crowley (foto de artículo), la invitación a asistir a su congreso. Una experiencia que esperamos tener el honor de volver a vivir el próximo año. Asimismo, agradecemos al resto de miembros del Comité Ejecutivo de la Junior Lawyers Division su hospitalidad y el gran trato que nos dispensaron en nuestra breve –e intensa– estancia en Londres.

Entrevista a Anna Gener Surrell

Anna Gener Surrell

Presidenta y CEO de Savills Aguirre Newman Barcelona

Patrona de la Fundación Museo Picasso

Miembro del Comité Editorial de El Periódico

Miembro de la Comisión Ejecutiva de Barcelona Global

Patrona de la Fundación Cares

Miembro del Board en España del Royal Institution of Chartered Surveyors (RICS)

Miembro del Consejo Asesor de la Fundación Oncolliga

Miembro del Consejo Asesor del Instituto de Salud Mental de la Abogacía – Mental Health Institute of Legal Professions (ISMA-MHILP)

Tengo el placer de entrevistar a Anna Gener Surrell, CEO de Savills Aguirre Newman, una mujer en la cúspide, madre de un hijo y, además, una de las mejores personas que hemos tenido la ocasión de conocer en toda nuestra trayectora. Está muy concienciada en temas que constituyen las líneas principales de actuación del ISMA, tales como el empoderamiento femenino, fomentar el acceso de talento femenino a posiciones de poder, igualdad de género y la salud mental.

Desde el ISMA, nos gustaría agradecerle el trabajo hecho por la organización y el tiempo dedicado a contestar esta entrevista.

1. ¿Cómo surge tu pasión por la arquitectura y la pintura?

 
Desde pequeña ya me sentía muy atraída por la contemplación de la belleza en general, porque notaba que mejoraba mi estado de ánimo. 
 
La belleza la encontramos en las diversas formas que adoptan las obras de arte; la pintura, la arquitectura, la escultura… Es la belleza universal, porque ha sido admirada, generación tras generación, de forma ininterrumpida durante siglos. 
 
Pero, por fortuna, la belleza también se manifiesta, generosa y abundantemente, en nuestra vida cotidiana: en un mosaico, en un tapiz, en la fachada de un edificio…  A mí me  encantan las escaleras, me parecen un elemento arquitectónico precioso. 
 
Aprender a reconocer la belleza que hay a nuestro alrededor y disfrutarla plenamente debería ser una de nuestras prioridades vitales. La belleza no es algo superficial, porque nos impacta psicológicamente y nos puede ayudar a sentirnos mejor.
 
«Hablar sobre la relevancia de la arquitectura en nuestras vidas es tan esencial como hablar de la importancia de nuestro bienestar físico y mental. Los edificios nos hablan, nos interpelan, nos tocan profundamente porque además de proporcionarnos protección física, también nos impactan desde un punto de vista psicológico» (Arquitectura, 21.01.18)
2. ¿Hasta qué punto la arquitectura (de un edificio) influye en el bienestar de los trabajadores de una empresa?
 
La arquitectura nos impacta profundamente, pues es el marco físico en el que nos desenvolvemos para descansar, trabajar, formarnos, relajarnos, comer, amarnos, divertirnos…
En los espacios de trabajo es donde deberíamos prestar más atención, pues es un entorno en el que pasamos muchas horas y donde pueden producirse situaciones de tensión. 
 
Diversos estudios demuestran que un adecuado diseño del espacio de trabajo genera bienestar físico y mental, propiciando profesionales más felices, más comprometidos, más autoexigentes y más productivos. 
 
Algunos aspectos que hay que cuidar son: el confort térmico, el aislamiento acústico, la ergonomía y el cuidado del sentido olfativo. También son fundamentales el tratamiento y el consumo del agua, el control de la calidad del aire y la gestión de la luz. Todos estos elementos tienen un impacto muy poderoso en nuestro estado de ánimo y en nuestro bienestar psicológico.
 
Dices que los «referentes son poderosos«.
 
3. ¿Cuáles fueron los tuyos?
 
Efectivamente, los referentes son fundamentales porque pueden inspirarnos y darnos fuerza para lograr nuestros objetivos. 
Yo he tenido la suerte de tener buenos referentes a mi alrededor; mis padres y muchos de mis formadores me han proporcionado excelentes modelos. En la última década, mi gran referente ha sido mi marido, quien me aporta un punto de vista muy valioso. 
 
Nuestra sociedad debería ser capaz de generar referentes de profesionales que no sólo tienen éxito profesional, sino que por encima de todo, saben disfrutar de su vida personal, familiar y social; las esferas vitales que configuran una existencia equilibrada.
 
Poco antes de cumplir 40 años empecé a sentir una responsabilidad enorme en relación a las mujeres más jóvenes. Fui consciente de que debía contribuir a que alcanzaran sus metas y llegaran tan lejos como se propusieran. Fue entonces cuando me empecé a involucrar en diversas organizaciones que trabajan para que las mujeres participen de los ámbitos de decisión empresariales de manera equilibrada con sus compañeros hombres. Alcanzar estas esferas de poder es un hito relevante, porque constituyen los espacios desde donde puedes cambiar las cosas que no te gustan y poner en marcha los proyectos en los que crees.
 
Estuviste durante seis años trabajando en dos de las auditoras financieras más importantes a nivel mundial. Luego te fuiste al mundo de la consultoría inmobiliaria.
 
4. ¿Por qué decidiste cambiar de sector profesional?
 
El trabajo de auditor implica seguir un procedimiento que está muy definido, en cierto modo, representas una pieza dentro de un gran engranaje. Esto te obliga a ser sumamente cumplidor en tus obligaciones, porque si tú fallas, el trabajo de los demás también fallará. Guardo muy buenos recuerdos de esta etapa porque trabajé rodeada de gente de mi edad con perfiles similares al mío, por lo que me sentí integrada muy fácilmente. Pero no echo de menos las extensas jornadas laborales que soporté. 
En mi humilde opinión, exigir a tus profesionales trabajar tantas horas, de manera sostenida en el tiempo, es una manera muy obsoleta de gestionar una empresa, pues se produce una gran fuga de talento. 
 
Cuando dejé la auditoría, me incorporé a Aguirre Newman como analista de inversiones inmobiliarias, convencida de que desarrollaría un tipo de trabajo muy financiero, similar al que hacía cuando era auditora. 
No obstante, en cuanto empecé a trabajar, me di cuenta de que se trataba de un trabajo que requería importantes habilidades comerciales y relacionales. La cuestión es que yo me sentía cómoda detrás de mi Excel, haciendo análisis, pero no me veía a mí misma con habilidades sociales. Pasé varios meses pensando que me había equivocado de trabajo. Pero poco a poco, fui cogiendo confianza en mí misma, a medida que iba consiguiendo objetivos. 
 
Al cabo de unos meses descubrí, con gran alegría, que la labor comercial y relacional se me daba bien. Por fin pude relajarme y empecé a disfrutar con mi trabajo como nunca antes lo había hecho.
 
5. ¿Cómo gestionas el estrés y el trabajo bajo presión en tu día a día?
 
Periódicamente sufro puntas de estrés, que con los años he aprendido a gestionar, poniendo mucha atención a mi salud física y mental. 
Practico meditación y yoga regularmente. También escucho música, leo, escribo y llevo una vida socialmente activa, lo que me ayuda a llenarme de energía y de buen humor. 
 
El equilibrio mental es un estado sumamente delicado para algunas personalidades, máxime cuando están sometidas a una situación de estrés crónico. A pesar de la abundancia de casos que se observan, las enfermedades mentales y los trastornos psicológicos todavía son un tabú en los entornos de dirección empresarial. 
 
Desde el Instituto de la Salud Mental estáis haciendo una labor extraordinaria en este sentido, porque visibilizáis la enfermedad mental y ayudáis a encontrar los canales adecuados para tratarla. Los profesionales del derecho tienen mucha suerte, al poder contar con vosotros.
«El mejor jefe no es el que consigue más clientes o el que tiene más conocimientos del negocio, sino el que tiene más inteligencia emocional y sabe tratar adecuadamente a las personas que le rodean.  La capacidad de empatía y de interacción social es un atributo imprescindible para que la energía del equipo humano se centre en los objetivos de la empresa, y no se desgaste en malos entendidos internos» (Los jefes, 19.07.18)
6. ¿Qué podemos hacer para humanizar las empresas?
 
Muy a menudo, los entornos empresariales han estado excesivamente focalizados en la obtención de beneficios, descuidando el valor que aportaban a sus clientes y el trato que dispensaban a sus profesionales. 
No obstante, las empresas realmente exitosas ya se han dado cuenta de que para captar el mejor el talento, y con ello, conseguir los mejores clientes, deben mirar más allá del resultado y regirse con otros valores. Son aquellas empresas en las que todos quisiéramos trabajar, porque nos conectamos con ellas de un modo especial. 
 
Para empezar, aman lo que hacen; tienen un alto nivel de compromiso con el trabajo que desarrollan y lo llevan a cabo con consciencia y con placer. 
En segundo lugar, son empresas que han realizado una reflexión más profunda y se han marcado un reto más complejo, más allá de ganar dinero; también quieren contribuir a mejorar la sociedad. 
Pero lo esencial de estas organizaciones es que cuidan de sus equipos humanos; les transmiten unos valores (ética, profesionalidad, coherencia y humildad), y les instan a hacer las cosas de una determinada manera.
 
Teniendo en cuenta la presión y el cumplimiento de objetivos de la compañía, 
 
7. ¿En qué medida estás contribuyendo a esta humanización en Savills Aguirre Newman Barcelona?
 
Nuestra organización desarrolla su actividad en un entorno altamente competitivo y exigente. Soy consciente que lo que se espera de mí es que cumpla con el presupuesto que nos marcan nuestros accionistas. 
No obstante, siempre hemos tenido claro que queríamos trabajar de una determinada manera; con ética y con responsabilidad. 
 
Tras la crisis, me di cuenta de que para ser un buen profesional, no sólo tenía que asegurarme de que mi empresa ganara dinero, si no que también debía implicarme en generar un impacto positivo en mi entorno, sin esperar nada a cambio. 
 
Para mí, el progreso social, económico y cultural de Barcelona es un firme compromiso; por ello, colaboro en multitud de asociaciones e instituciones de nuestra ciudad a las que destino tiempo, energía y una gran cantidad de ilusión.
 
«Tal como 2017 fue un año funesto para mí, 2018 está resultando ser un año extraordinario» (Cosas que aprendes cuando recibes un premio, 8.06.18).
8. ¿Decir públicamente que algo de tu vida, lo que sea, ha ido mal o ha sido un fracaso muestra debilidad en un líder?
 
Todo lo contrario; desde mi punto de vista, el liderazgo de corte mesiánico, con una figura fuerte e incuestionable a los que todos siguen, es un modelo absolutamente obsoleto. 
 
El liderazgo moderno se define, en primer lugar, por tener una visión de qué se quiere conseguir y cómo lograr el objetivo marcado; y en segundo lugar, por ser una figura cercana, inclusiva, humilde, que reconoce errores y aciertos, que consulta sus decisiones y busca grandes consensos; jamás muestra su fuerza imponiéndose. 
 
De hecho, ningún objetivo realmente importante puede alcanzarse con la visión de una sola persona. Los problemas de la sociedad son tan complejos que requieren que los liderazgos descansen sobre un grupo de personas con puntos de vista diversos, pero con una cierta conexión mental.
 
A mí nunca me ha dado miedo mostrar una sensibilidad diferente o explicar mis fracasos o frustaciones. De hecho, escribo de ello a menudo, y lo publico porque pienso que quizá pueda ayudar a alguien que esté en una situación similar. Y la posibilidad de que mi vivencia resulte útil a alguien, no sé si me hace más fuerte o más débil, pero sin duda, hace que me sienta infinitamente mejor conmigo misma. 
 
Imagínate que quiero trabajar en tu empresa, demuestro que soy una persona competente y en la entrevista te digo: «Anna, me esforzaré al máximo y trabajaré mucho. Pero es posible que no pueda absorber todo el volumen de trabajo en determinadas ocasiones porque tengo un Trastorno Obsesivo Compulsivo». 
 
9. ¿Cuál sería tu respuesta?
 
En primer lugar, te felicitaría por tu valentía. La triste realidad es que los entornos empresariales competitivos, como la consultoría o la abogacía, suelen ser contextos duros, donde manifestar la diferencia (mental, física, espiritual) es muy complicado, porque siguen valorándose los perfiles uniformes y adaptativos. 
 
A pesar de que el mundo está cambiando muy rápido y adopta nuevos valores, la vida empresarial sigue anclada en dinámicas que infravaloran la diversidad, de manera que los profesionales evitan mostrar sus problemas, enfermedades, e incluso sus emociones, por miedo a ser discriminados o a ser considerados profesionales débiles. 
 
Tenemos que cambiar esta cultura empresarial tan pobre. La empresa es un pilar de la sociedad y debe contribuir a difundir los valores adecuados. 
Poder comunicar a tu empleador que tienes un TOC no debería penalizarte; tenemos que trabajar para que los entornos empresariales se humanicen.
 
10. Si tuvieras que contratar los servicios legales de un despacho de abogados, ¿tendrías en cuenta cuál es su política de diversidad y de bienestar a la hora de contratarlos?
 
Sin duda lo tendría en cuenta. Desgraciadamente, todavía hay poca cultura en este aspecto, pero estoy convencida de que en muy pocos años, las políticas de diversidad y de bienestar constituirán un requisito fundamental a la hora de llevar a cabo contrataciones. Debemos hacer lo que esté en nuestras manos para acelerar este proceso, y que estas políticas, tan necesarias, se implanten en cuanto antes.