Disfunciones sexuales
Los seres humanos pasamos por períodos de mayor y menor actividad y deseo sexual de forma natural. Esto puede ser debido a temporadas en las que estamos más estresados, cansados o deprimidos, y se encuentra dentro de una normalidad de las personas. Nos encontramos ante una posible disfunción sexual cuando ese periodo de tiempo es largo e influye en nuestras relaciones de pareja y en nuestro propio bienestar general, como, por ejemplo, en nuestra autoestima.
La disfunción sexual es una alteración de los procesos propios del ciclo de respuesta sexual o dolor relacionado con la realización del acto sexual. Esta alteración provoca malestar o dificultades en la relación de pareja y no es atribuible a otro trastorno que justifique esta disfunción.
Una disfunción puede tener su origen en un problema físico o psicológico. Respecto a las causas físicas nos podemos encontrar con diabetes, problemas hormonales o insuficiencia cardíaca, entre otras. Las causas psicológicas pueden incluir estrés relacionado con el trabajo, depresión o preocupaciones sobre problemas de la vida diaria. Algunas drogas pueden también afectar al deseo y a la ejecución del acto sexual. En este apartado vamos a exponer los diferentes síntomas que una persona con disfunción sexual puede padecer.
SÍNTOMAS
- Hombres o mujeres
- Incapacidad para excitarse.
- Ausente o bajo deseo sexual.
- Relación sexual con dolor.
- Hombres
- Eyaculación precoz, tardía o ausente a pesar de una estimulación adecuada.
- Incapacidad para mantener una erección adecuada.
- Incapacidad para lograr la erección.
- Mujeres
- Lubricación vaginal inadecuada antes o durante la relación sexual.
- Ausencia o retraso persistente o recurrente para alcanzar el orgasmo tras una excitación sexual normal.
- Dolor en la vulva o la vagina al contacto con esas zonas.
- Incapacidad para relajar los músculos de la vagina lo suficiente para permitir una penetración no dolorosa o incómoda.
Si una de estas disfunciones es debida a la situación laboral por la que estás pasando, se podría relacionar con momentos de estrés o depresión debido, por ejemplo, a la pérdida de un trabajo o un gran cansancio por las largas y estresantes jornadas en el bufete u oficina.
Además, todos sabemos que es muy complicado separar el mundo laboral del personal. A veces parece que se nos acumulan los momentos difíciles, así que si estás sufriendo un momento de estrés elevado en el trabajo y algún acontecimiento vital de importancia como una ruptura sentimental o un post-parto difícil, entre tantos otros, no podemos descartar que sean motivos más que suficientes para tener dificultades sexuales o estar desarrollando una disfunción sexual.
¿CÓMO COMBATIRLAS?
Primero debes descartar que tu problemática no tenga una causa orgánica (diabetes, obesidad, anticonceptivos, etc.) consultando a tu médico/a. En el caso de no tener un origen médico, es de suma importancia que acudas a un profesional de la salud mental lo antes posible, porque cuanto más tiempo estés con este problema, antes puedes comenzar a desarrollar conductas de evitación de las relaciones sexuales, miedos, inseguridades, baja autoestima, etc. que harán que empeore tu estado y el de tu relación de pareja.
Es muy importante, si tienes pareja, que exista una gran comunicación con ella, y que, a poder ser, acudáis juntos a terapia.
Además, te puede resultar de ayuda:
- Reducir el consumo de alcohol.
- Dejar de fumar.
- Combatir el estrés.
- Comer sano.
- Hacer ejercicio.
- Evitar el consumo de drogas.
Referencias e información adicional
- Basson, R., E Wlerman, M., van Lankvelf, Jacques, Brotto, L. (2010). Summary of the Recommendations on Sexual Dysfunctions in Women. J.Sex. Med, 7 (3), 14-326.
- Montsori, F., Adaikan, G., Becher, E., Giuliano, F., Khoury, S., Lue, T.F., …, Wasserman, M. (2010). Summary of the Recommendations on Sexual Dysfunctions in Men. J. Sex. Med, 7, 3572-3588.
- http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/guia09.pdf
- http://www.cuidateplus.com/enfermedades/ginecologicas/disfuncion-sexual-femenina.html